martes, 27 de abril de 2010

Una Realidad Que Deberíamos Alterar


Mientras espero en el aula, la llegada del profesor, tomo mi nuevo cuaderno de anotaciones y referencias con el propósito de lanzar sobre él unas cuantas palabras e ideas sobre la globalización moral basada en la buena racionalidad del individuo; filosofía con la cual quiero impregnar a uno de los personajes principales en una de mis "obras-proyectos" que tendrán la oportunidad de leer cuando me convierta en un escritor famoso. Y me asombra la gran necesidad de conocimiento que tienen las personas a mi alrededor o mejor dicho, la necesidad de desarrollar una conciencia que busque el conocimiento y la verdad, puesto que la necesidad de conocimiento es una cualidad arraigada en los seres humanos desde el inicio de los procesos mentales, hasta su final.

En cierto grado, llega a ser vergonzoso el hecho de tener que compartir nuestras actividades diarias con ciertas personas, refiriéndome aquí a la gran mayoría de miembros de nuestra sociedad pero sin deseos de ser tildado de "misántropo" (aunque de alguna manera lo soy), resulta indignante el ser subordinado de personas con mucho menos capacidades que las nuestras, o estar en un aula de clases, viendo como esa clase de personas obtienen igual y en muchos casos mayores galardones que aquellos que realmente merecemos el merito. Ya sea por circunstancias adversas, caprichos personales del apoderado o por uno de los tantos miles de fallos en el sistema, es sumamente triste ver el progreso de la ignorancia y el declive del conocimiento.

¿Qué podemos hacer frente a tal situación que nos abruma? ¿de quien es la responsabilidad de cambiar dicha situación?

Nosotros, los que hemos logrado cierto grado de conciencia e intelecto que nos coloca por sobre la gran mayoría de individuos en este gran "colectivo vegetal", somos responsables de tomar la iniciativa, de dar los pequeños pasos que marquen la senda hacia un nuevo orden, lejos de las dogmas, lejos de la moralidad absurda que nos implanta la cultura. Debemos tomar parte activa para el cambio, apagar todas las luces de las creencias y orientarnos hacia la luz de ese único faro del que habla Jahanbegloo, en busca de la verdad. Dejar de "auto-idiotisarnos" con programas torpes de la televisión como las telenovelas, los estafadores programas de paneles y reality shows, y cualquier elemento que no signifique un desarrollo para nuestro intelecto, a su vez, tomar esa misma actitud en cuanto a aquello que leemos "la lectura enriquece nuestro saber, pero dicho saber es determinado por eso que leemos".

Por último, propongo una completa emancipación intelectual, dejando así a un lado toda dogma o creencia religiosa y junto a ellas su sentido retorcido de lo que es "bueno y malo", y encaminarnos de esta forma hacia una conciencia moral en base al bien común. Es una tarea ardua y difícil en nuestro entorno, pero no imposible, no guardemos silencio al escuchar las bazofias de las personas, no tengamos miedo a iniciar una discusión con motivo de hacerles ver lo errados que están, sin imponernos con violencias ni insultos para no parecer iguales a ellos, sino llevarlos letra por letra con paciencia y tolerancia, matando un dios a la vez, para liberar a tantos como podamos del yugo de la ignorancia y el miedo absurdo, hasta que sean capaces de ir por si mismos tras la verdad y obtener de esta manera paz y libertad!!.


KRLOS

1 comentarios:

Rodnie Jorge dijo...

Si nuestro entorno respirara tales ideales mi querido sempai, sin dudas nuestra sociedad fuera diferente para bien. "Mientras, a los creyentes que continuen comodos en su cojin psicologico de la Fe, por otro lado, nosotros los Ateos seguiremos razonando en el sofa libertador del Ateismo". Paz.