Polvora y Estrellas

camina de vuelta a casa, había pasado casi dos horas debajo de algún puente esperando a que pasara la lluvia, camina por las calles mojadas de la ciudad que ahora esta dormida, donde solo el esta despierto, o al menos eso pensó, hasta sentir q un automovil se acercaba despacio y disminuía la velocidad a medida que se acercaba a el. se detiene, y el auto junto a el, respira con un poco de dificultad a causa de un resfriado, no sabe quienes son los que están dentro de aquel vehículo y no le importa, solo sabe que ellos no verán la luz de un nuevo dia. -seguro son algunos vándalos buscando vengar a algún compañero de ellos del que me haya encargado; dice en voz baja. su nombre es Frank, o por lo menos ese es el nombre que el le da a las personas que le preguntan, un agente rebelde de las fuerzas especiales de la milicia de esta ciudad, ya han pasado 7 días desde que se retiro por que no soportaba la corrupción política que lo ahogaba en la division donde el operaba, "el gatillo frió" así le llamaban sus compañeros, nunca ha tenido miedo de tirar del gatillo de sus pistolas, nunca le han temblado las manos al momento de atravesar con una bala el cráneo de cualquiera que el considere lo merece.
ahora, mientras esta parado al lado de aquel automovil en el que ya notó que hay 5 chicos, uno el asiento del piloto, otro en el el co-piloto y tres en el asiento trasero; -que lastima, son tan jovenes; volvió a murmurar, y lamento el hecho de que solo había salido de su casa con su 9mm con solo 9 balas y una navaja de bolsillo. aunque sabe que en sus manos la navaja es mas que suficiente para acabar con los cinco, pero eso no seria divertido, no para el, que disfruta con la recarga que dan las armas de fuego tras cada disparo, el sonido hermoso para quien dispara pero aterrador para el que no tiene el arma en las manos, pero sobre todo le gustaba el olor de la pólvora, -si ese exquisito olor, quiero sentirlo ahora;siente sus dedos un poco entumidos no sabe si es por el frió de aquella noche o si es por que hace dos días que no dispara, hace un extraño movimiento con sus dedos, intentando aflojarlos al mismo tiempo que los cristales de auto comienzan a bajar, saca su pistola de debajo de su chaqueta gris oscura a la misma velocidad con la que se come de un bocado los pastelillos de chocolate que venden dos cuadras mas adelante y que tanto le gustan, también se lamenta por que es muy tarde y aquella pastelería esta cerrada, se gira rápidamente hacia el auto arrojando la navaja certeramente hacia el ojo del conductor y se molesta al ver que ha sumergido su pie derecho en charco de agua con sus botas nuevas. es hora de la diversión, es hora de disparar. en un rango de 600 mts. todos despiertan con el sonido de 5 disparos, pero nadie se levanta de su cama, nadie se asoma a ver por una ventana y mucho menos a salir a la calle para averiguar lo que sucedió, todos saben lo que pasa todos saben sobre "el gatillo frió".
Respira profundo pero con dificultad, a penas puede olerlo, pero pone todo su esfuerzo en ello, ahhh ese exquisito olor de pólvora, le encanta, alza su vista al cielo, y nota cuantas hermosas estrellas han salido después de aquella enorme lluvia, mientras el olor de la pólvora sigue en el aire el observa a cada una de aquellas preciosas estrellas, después de unos minutos la esencia de la pólvora desaparece y solo queda un pestilente olor a sangre, su rostro se torna un poco triste y afligido, ya no puede seguir viendo las estrellas, pues ahora sin la ayuda de la pólvora, lo único que puede ver el cielo son las almas de todos aquellos a los que les ha quitado la vida.
Esta noche tampoco podrá dormir.



Por:
Krlos
(Judas)



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